Existen tratamientos que los dentistas en Granada realizan a todas horas. Uno de ellos es la endodoncia: uno de los procedimientos más temidos por los pacientes a pesar de que no exista razón para ello.
Las personas que se tienen que hacer una endodoncia en Granada siempre piensan que va a doler mucho, lo cual es falso ya que se realiza bajo anestesia local. También creen que es un tratamiento muy costoso, algo que tampoco es cierto pues en la actualidad una clínica dental en Granada cobra una cantidad baja por ella.
¿Qué es una endodoncia?
De modo popular esta intervención se conoce como “matar el nervio”, pero lo que realmente se realiza en consulta es eliminar la pulpa del diente y sellar el conducto pulpar.
Los dientes están formados por varios tipos de tejidos: los más externos son duros pero el más interno está formado por un tejido blando llamado pulpa dental. Es en la pulpa dónde encontramos los nervios y los vasos sanguíneos que mantienen vivos a los dientes.
Así, cuando se produce una lesión profunda del diente, la endodoncia permite conservarlo y que siga siendo funcional, evitando la extracción y la consecuente prótesis.
¿En qué momento hay que realizar una endodoncia?
Una endodoncia se suele realizar cuando aparece dolor intenso ya que es cuando los pacientes acuden a nuestra clínica dental en Granada con el fin de que lo eliminemos. En otras ocasiones ocurre que no existe sintomatología de la lesión debido a que se ha desarrollado una necrosis pulpar.
Este dolor suele ser causado por una fractura de la pieza dental, por una caries muy profunda y por lesiones en la pulpa, lo que hace que se tenga que ejecutar una endodoncia de inmediato con la idea de salvar el diente.
Nos gustaría aclarar que con el fin de evitar problemas que pueden llevar a perder cualquier diente, lo mejor es acudir a revisiones anuales y realizar la endodoncia cuanto antes si fuera necesaria, algo que permite un buen pronóstico para la pieza afectada.
Como hemos hecho referencia con anterioridad, a veces la pulpa está infectada y el diente no duele debido al desarrollo de una necrosis pulpar (muerte del nervio). Esto hace que la afección prosiga y que en ocasiones sea demasiado tarde para poder salvar el diente. De aquí, la importancia fundamental de acudir a revisión anual.
En todos los casos en los que el paciente acude quejándose de dolor, la causa es una infección que se expande dentro del hueso y que incluso puede hacer que el diente o la muela se muevan, ocasionando fiebre en los casos más graves.
En resumen y a pesar de que no se vea a simple vista, en el diente afectado existirá una lesión por caries más o menos profunda. Es el dentista el que debe valorar la extensión, profundidad y afectación de tejidos de la misma para poder planificar la realización de una endodoncia o de un empaste si no existiera involucración de la pulpa dental.
¿Duele la endodoncia?
Como expertos en Endodoncias en Granada, sabemos que este es uno de los mayores temores de los pacientes y a veces hace que retrasen la intervención hasta que ya es demasiado tarde y el diente no se pueda salvar, lo que complica mucho el tratamiento.
Debemos pensar en que la extracción dental y el proceso para colocarnos una prótesis será más molesto y largo que la realización de una endodoncia. Por ello, debemos animarnos a ir cuanto antes a los dentistas en Granada si sufrimos algún tipo de molestia, si presentamos dolor dental o simplemente nos encontramos bien pero debemos cumplir con nuestra revisión preventiva anual.
Aclarar que la realización de una endodoncia no duele. Todos los dentistas usan anestesia en el proceso y eso hace que la zona de la boca en donde vayamos a trabajar “se duerma”. Eso significa que escucharemos los diferentes instrumentos afanarse en nuestra boca, pero no sentiremos nada.
Cuando nos vamos a casa el efecto de la anestesia aún durará durante bastante tiempo, lo que da lugar a que el diente en el que han estado trabajando se recupere y de esa manera es raro que duela en el momento que el efecto de la anestesia desaparece.
Es cierto que en los días siguientes se pueden notar molestias cuando masticamos con el diente afectado, algo que generalmente desaparece al poco tiempo. Si el dolor persistiera, lo mejor es comentarlo con su dentista ya que nos proporcionará la medicación adecuada para que esos pequeños dolores desaparezcan enseguida. No debemos preocuparnos por las pastillas que nos prescribirán, puesto que suelen ser analgésicos o antiinflamatorios de uso común.